30 de septiembre de 2015

Cita de hoy

Velutha no pasó de aquella noche.
Poco después de la medianoche, la Muerte fue a buscarlo.
¿Y a la pequeña familia acurrucada y dormida sobre una colcha azul bordada con punto de cruz? ¿Quién fue en su busca?
La Muerte no. Sólo el fin de la vida.

El Dios de las Pequeñas Cosas – Arundhati Roy

22 de septiembre de 2015

[Libros] Esperanza del Venado – Orson Scott Card (1986)

Ya sabéis que no soy especialmente amante del género fantástico, pero también considero que libros buenos los hay en todos los géneros, y éste lo había visto nombrar en varias ocasiones como uno de los grandes del género. La verdad es que su título y la imagen de la portada, con ese horrible jinete cornudo, no me animaban nada a leerlo, y probablemente por ello se pasó varios años en la lista de pendientes sin que encontrase el momento para ponerme con él. Finalmente, este verano me decidí a darle una oportunidad, y debo reconocer que quienes lo ensalzaban como uno de los grandes del género tenían buenas razones para hacerlo.

Sinopsis:
“Entraréis en la ciudad de Esperanza del Venado, y la hija del rey montará sobre el Ciervo para vos.”
La profecía condujo a Palicrovol a lanzarse a la búsqueda de un reino, y a hacerse con él. Mató al rey Nasileo: al igual que el Ciervo, él montó a la Cierva, la princesa Asineth, una niña de doce años. Violada ante la pasiva presencia de diez mil testigos, la furia de Asineth se revolvió contra el ultraje sufrido. Juró vengarse del Ciervo que había derramado su sangre y que, compasiva e irracionalmente, le perdonó la vida.
Asineth sabía que la justicia podía ser cruel, y más cruel todavía la necesidad, pero también sabía que la compasión era lo más cruel de todo. Porque un día ella se convertiría en la reina Belleza, y Palicrovol recordaría lo que era poseerla, y desearía con toda su alma poseerla de nuevo. Y entonces...

Opinión personal: Fantasía de calidad

Esperanza del Venado no es un libro fácil. Maticemos: tampoco es que sea de lectura especialmente ardua, ni mucho menos, pero está bastante alejado del estilo ligero habitual de este género. Me recuerda bastante, en este sentido, a Olvidado Rey Gudú, de Ana María Matute, una verdadera obra maestra de la literatura. Por supuesto, Esperanza del Venado no llega a este nivel literario, pero podemos situarlo en un punto intermedio entre la obra de Matute y la literatura fantástica habitual. Esperanza del Venado es un libro de fantasía “de calidad”, escrito con oficio, con clase, y con más fondo (llamémosle filosófico o sociológico) de lo que uno suele esperar de una obra de este género. Aunque, por supuesto, eso lo aleja del estilo bestseller y de aventuras que quizás pueda esperar algún segmento de sus potenciales lectores, que posiblemente puedan encontrarlo algo lento y pesado. Nunca llueve a gusto de todos…

La novela tiene dos partes bastante bien diferenciadas, y debo reconocer que la primera se me ha hecho un poquito pesada: se trata de una extensa introducción (como un tercio del libro) dedicada a relatar con un lenguaje ampuloso, al estilo de las antiguas leyendas medievales, los hechos acontecidos siglos atrás en el imaginario reino en el que transcurre la historia, hechos que determinarán el desarrollo del relato una vez que aparezca el verdadero protagonista (que no lo hace hasta que ya llevamos una buena parte del libro leída). La verdad es que si no abandoné la lectura antes de llegar “al meollo” fue gracias al buen oficio de Card como escritor (y, probablemente, al de su traductor al castellano, que no creo que haya sido tarea fácil en este caso): es uno de esos textos que, aunque no te interese demasiado lo que te estén contando, se leen a gusto, por lo bien escritos que están.

Sobrepasado ese primer tercio, el libro cambia, y la lectura se hace más ágil y amena, transformado el texto en un relato de aventuras (o desventuras) más clásico, muy al estilo de “El nombre del viento” (que parece inspirado en la obra de Card, anterior, en la parte que relata la etapa de supervivencia infantil de su protagonista Kvothe). Aquí empieza la historia de Orem, aún niño, que tendrá un destino clave en la historia del reino, sus habitantes… y sus atormentados reyes.

Lo genial de la historia, aparte del buen hacer literario de su autor en cuanto a estilo, es cómo combina una historia de fantasía y una segunda mitad en la que aparece también la aventura, con un hondo fondo de tragedia y pasiones humanas, perfectamente creíbles por su gran humanidad (en todos los sentidos, incluido el fondo cruel que tenemos también los seres humanos). Los personajes son magníficos, profundos y complejos, y se hace difícil hablar de buenos y malos, porque aquí no hay blanco ni negro, y en realidad todos tienen un cierto tono gris, como la vida misma. Es por esto, junto con la calidad literaria, por lo que esta obra me recuerda a Olvidado Rey Gudú, que comparte con ella (a un nivel superior, eso sí) esa forma de plasmar en el relato la naturaleza humana.

Sí, ya sé, sufrido lector de este blog: una vez más, no estoy diciendo apenas nada sobre el argumento de la historia, que es lo que te interesa. Pero es que en este caso es especialmente difícil. Es una obra de fantasía medieval (guerras entre reinos a caballo y espada, magos y magia) mezclada con un relato de aventuras (supervivencia de un niño huérfano en una ciudad hostil) y literatura épica (rivalidades entre reinos, el bien y el mal, linajes y ofensas) a la que se añade un trasfondo sociológico y hasta religioso (Card inventa una nueva religión con unos curiosos dioses, que interactúan con la historia de forma mística cuando es necesario). Una historia compleja, fantástica… y a la vez conmovedora, por su extraña humanidad, que hace que el lector comprenda la crueldad del malvado y el lado oscuro del bondadoso, en una historia que, si bien apunta a un final feliz, lo hace de un modo algo fatalista y en el que la felicidad nunca será completa y siempre deberá alcanzarse a costa de algo…

En fin, un libro interesante, complejo pero también intenso, que me alegro de haber leído. No quiero a exagerar, tampoco voy a decir que sea un libro que me haya marcado especialmente o que sea algo parecido a una obra maestra… pero es un gran libro, todo un referente dentro de un género en el que abundan demasiado las obras “de usar y tirar” (como en todos los géneros, en realidad…). La verdad es que mis dos experiencias hasta el momento con este autor han sido muy diferentes, pero en ambos casos, todo un acierto. Este Orson Scott Card está claro que sabe escribir. Será cuestión de prestar atención a algunos de sus otros títulos…

6 de septiembre de 2015

[Libros] El atentado – Yasmina Khadra (2005)

Sinopsis:
Tel Aviv, hora punta. Un ataque suicida provoca una masacre en un restaurante atestado de personas. El doctor Amín Jaafari, israelí de origen palestino, atiende en el hospital a los supervivientes cuando recibe la noticia de que, entre los muertos, se encuentra su mujer, y que todo apunta a que se trata de la causante del atentado. En busca de una explicación a lo sucedido y convertido de repente en traidor para muchos con quienes compartía el mundo aparentemente a salvo en el que vivía, el protagonista tratará de penetrar en el complejo entramado del terrorismo islámico.

Opinión personal: Magnífica y dura reflexión sobre el terrorismo árabe
Amin Jaafari es un reconocido cirujano en un hospital de Tel Aviv. Se trata de un caso raro: un palestino que ha alcanzado una posición elevada dentro de la sociedad judía. Jaafari vive una vida acomodada y se codea con la alta sociedad israelita. Él y su mujer son personas cultas y bien situadas, que viven una vida feliz.

Un día, un ataque suicida en el centro de la ciudad mata a decenas de personas. El suicida resulta ser la mujer de Jaafari.

¿Cómo ha podido suceder esto? ¿Qué lleva a una mujer culta y acomodada, ajena a cualquier extremismo religioso, a inmolarse en nombre de… quién sabe qué, matando a hombres, mujeres y niños inocentes al mismo tiempo?

Guiados por la hábil pluma de Yasmina Khadra (pseudónimo del escritor argelino Mohammed Moulessehoul), los lectores intentaremos encontrar la respuesta a esta pregunta al mismo tiempo que lo hace el protagonista, incapaz de entender qué ha podido ocurrir en la mente de su mujer para hacer algo que se le antoja absolutamente inimaginable.

Jaafari pasará del shock por la muerte de su esposa a la negación (“es falso, no ha sido ella, es un error”), después a la incertidumbre y los sentimientos de culpabilidad (“¿cómo es posible? ¿qué ha ocurrido? ¿cómo no me di cuenta?”) y por último a la ira y al odio (“¿quién le ha lavado el cerebro? ¿quién es el culpable?”). El autor nos consigue meter dentro del protagonista, y sufrimos con él y nos hacemos las mismas preguntas. En este sentido el libro es brutal, sobrecogedor, porque llegamos a sentir la angustia de quien no sólo acaba de perder a su ser más querido, sino que, tras asumir este impacto, debe asumir también que al mismo tiempo ese ser querido ha cometido una de las atrocidades más abominables.

Jaafari se ve impulsado a encontrar una respuesta, y se pondrá a buscarla. Indagando en los últimos movimientos de su esposa, llega a contactar con una célula del terrorismo palestino, entrevistándose con uno de sus dirigentes, en busca de respuestas.

El atentado es una novela corta, impactante, estremecedora y de las que hacen reflexionar. Su autor combina la escritura ágil y amena del estilo bestseller con un fondo tremendamente profundo, lo que convierte a sus novelas en libros fáciles de leer pero de los que te involucran y te obligan a pensar.

En El atentado no encontraremos las respuestas al porqué del terrorismo, ni mucho menos una justificación que nunca puede tener… pero sí nos asomaremos al otro lado, y podremos al menos vislumbrar (aunque probablemente no entender) las motivaciones que mueven a estos grupos. Khadra nos presenta todo esto desde la neutralidad… y al mismo tiempo desde el pesimismo de una visión del conflicto que no vislumbra ninguna salida a corto plazo.

Un libro corto, rápido y fácil de leer, que engancha y que impresiona. Una novela que ha sido calificada de antiisraelí por los radicales judíos, y de inspiración sionista por los extremistas árabes. Otra gran obra de este estupendo autor argelino al que descubrí con Las sirenas de Bagdad