17 de agosto de 2015

Cita de hoy

Cuando alguien muere, a los demás les corresponde vivir también por ellos —y no hay nada más que resulte adecuado.

Alessandro Baricco  Mr. Gwyn

5 de agosto de 2015

[Libros] Alguien voló sobre el nido del cuco - Ken Kesey (1976)

Vi la película, protagonizada por un Jack Nicholson espléndido en su papel, hace muchos años, y me encantó. Y el otro día, mientras rebucaba mi próxima lectura entre diferentes títulos, y con la película ya casi olvidada en mi memoria, decidí darle una oportunidad al libro.

Sinopsis:
La acción de la novela se desarrolla dentro de un hospital psiquiátrico, en el Estado de Oregón, donde bajo la estricta dirección y supervisión de la enfermera jefe, los pacientes de la institución, clasificados por su «grado de locura», se someten pacientemente a la pétrea disciplina de las reglas establecidas dentro de un clima de aparente orden y tranquilidad. Hasta que un día llega un nuevo interno, Randle McMurphy, el protagonista principal de la historia, quien haciéndose pasar por demente consigue ser trasladado a esta institución desde una prisión de trabajos forzados. Su carácter jovial y dicharachero, y su fuerte personalidad que contrasta con la del resto de los internos, harán que poco a poco se convierta en el «líder» del grupo, desorganizando por completo la tranquila rutina a la que la enfermera jefe, conocida como La Gran Enfermera, los tenía sometidos. Desde ese momento se creará un ambiente de tensión entre los pacientes y el personal encargado de su cuidado, que nos acompañará a lo largo de toda la historia.
La novela está narrada por uno de los internos, el «Jefe» Bromden, un corpulento individuo de origen indio, que lleva años haciéndose pasar por sordomudo para evitar complicaciones, y con el que McMurphy llegará a tener una estrecha relación.

Opinión personal: Espléndida novela y ácida crítica de las instituciones de salud mental

Aunque al principio hubo fragmentos que se me antojaron algo pesados, debo decir que, al igual que la película, el libro me ha gustado mucho.

La verdad es que apenas recordaba el argumento, ni el final: sólo unas pocas imágenes de Jack Nicholson y las enfermeras deambulaban por mi memoria, pero no recordaba los detalles. Supongo que siempre es una ventaja: ha sido como leer el libro de primeras, pero con la cara de Jack Nicholson en el personaje de McMurphy.

Aunque tenga ya 40 años, la novela aún resulta original, quizás no tanto por su argumento como por su planteamiento. En cuanto al primero, no es la primera vez que encontramos un texto que nos describa las enfermedades mentales, y la dificultad en ocasiones para determinar quién está “loco” (por usar un vocablo sencillo y popular) y quién está cuerdo, no sólo porque los criterios para definir la anormalidad puedan resultar difusos, sino porque, como se dice en algún momento del libro, “todos tenemos problemas”. Todos hemos tenido alguna vez un momento de enajenación, de “locura”, o de depresión, o de cualquier otra manifestación “atípica”, alejada de lo comúnmente establecido como “cordura”. ¿Quién y cómo determina si se trata de un trastorno puntual o de una dolencia que requiere tratamiento e internamiento? A veces no es tan sencillo…

Probablemente lo mejor del libro es su planteamiento. Por un lado, está escrito en primera persona por un interno, por uno de estos enfermos. Y, en ocasiones, el texto nos presenta directamente sus neuras, sus alucinaciones. Reconozco que esos fragmentos algunas veces me resultaron algo tediosos, pero no cabe duda de que aportan profundidad al texto.

Pero lo realmente apasionante es cómo refleja la situación, las psicologías de unos y de otros. El jugador, vividor e inicialmente preocupado sólo por sí mismo, que acaba implicado en mejorar las condiciones de vida de sus compañeros, asombrado del trato que se les da, descubriendo que no están más enfermos que los millones de personas que hay fuera… Los enfermos, habituados al sometimiento, la humillación y el silencio, que poco a poco empiezan a verse a sí mismos como verdaderos seres humanos, gracias al aire fresco aportado por McMurphy… Y los cuidadores y la Gran Enfermera, símbolos del poder y el ansia de dominación, aunque sea sobre seres humanos indefensos, supuestos cuidadores que cultivan su ego ejerciendo su poder omnímodo sobre los enfermos a su cargo, aunque, eso sí, “siempre por su bien”…

La novela es magnífica, seria y divertida a la vez en ocasiones, pero siempre crítica, muy crítica, aunque procure no serlo de forma muy evidente. Crítica con una forma de tratar a los enfermos mentales que, afortunadamente, creo que ha cambiado mucho desde los años en que fue escrita la novela (de hecho, los famosos “manicomios” prácticamente han dejado de existir). Y es que los tratamientos que se experimentaban con estos enfermos parecen hoy más bien técnicas de tortura producto de las mentes más retorcidas: duchas frías, aislamiento, electroshocks… por no hablar de la mutilación directa producida por las lobotomías…

En fin, una buena novela, que no ha acusado para nada el paso del tiempo, y que creo que gustará a cualquiera que se anime con ella. No sé si la película hoy en día se mantendrá igual de “fresca”, hace muchos años ya que la vi… pero la verdad es que me han entrado ganas de buscarla por la red para darle un revisionado. Creo que, junto con el de “El Resplandor”, pudo haber sido uno de los mejores trabajos de Jack Nicholson…