29 de mayo de 2014

[Libros] La bailarina y el inglés – Emilio Calderón (2009)

Sinopsis:
Ésta es la insólita aventura de un británico, nacido en la India, en tiempos de la Segunda Guerra Mundial.
Masters es nombrado, sin ninguna experiencia, jefe de la policía de Jay Town. Sonámbulo, enamorado de la bailarina Lalita Kadori y dueño de Henry II, el arma con que se comete un crimen, asiste perplejo a un brusco cambio de su destino en el que sus relaciones sólo parecen jugar en contra. Se ve inmerso, así, en una conspiración que puede llevarlo a la cárcel sin que alcance a comprender lo ocurrido.
Colonizadores e independentistas protagonizan esta asombrosa novela repleta de intriga y traición.
La bailarina y el inglés se recorre con una sonrisa.
Finalista Premio Planeta 2009.

Crítica personal: Se deja leer
Lo primero que destacaría de este libro una vez leído es su título, que no parece irle demasiado bien. Me refiero a que el título parece sugerir que nos hallamos ante un melodrama romántico, y no es así en absoluto. Se trata en realidad de una novela “mixta”, mitad costumbrista, mitad policíaca; y, de hecho, la bailarina a la que hace referencia el título, aunque tenga una cierta importancia en la trama, es en realidad un personaje muy secundario en la historia.

Por otra parte, estas dos facetas del texto a las que he hecho referencia, la de novela costumbrista (e histórica a la vez) y la trama policíaca, están también muy diferenciadas tanto en cuanto a la estructura de la novela como en cuanto a calidad.

Referido a la estructura, casi podríamos dividir el libro por la mitad, ya que la trama policíaca está totalmente ausente en la primera parte del libro, arrancando una vez alcanzada la mitad del texto. Y en cuanto a calidad, también personalmente he notado una gran diferencia, ya que la parte costumbrista del libro me ha parecido bien lograda, mientras que la parte policíaca me ha parecido bastante pobre, en muchos sentidos.

Lo más destacable de este libro, para mí, es el buen retrato que realiza del final de la época colonial en la India y de la convivencia entre colonos (ingleses) y nativos. A nivel social se plasma de forma bastante interesante la forma de vida y las relaciones entre unos y otros, así como curiosidades del entorno (los tigres devoradores de hombres o los elefantes enloquecidos, por ejemplo) y de la sociedad india (especialmente destacable cuando se describe la forma de vida y costumbres de los marajás). También a nivel histórico, aunque sea en un segundo plano, está bien documentado tanto el nacimiento del movimiento independentista indio (Gandhi, el Partido del Congreso, la resistencia pacífica, la represión británica…) como la influencia de la Segunda Guerra Mundial (el avance japonés hacia territorio indio, el Ejército Nacional Hindú reclutado por las fuerzas del Eje, las actividades filonazis de algunos británicos, etc). Para mí lo más valorable del libro es justamente eso, que describe razonablemente bien la vida de un inglés en la India en aquel contexto.

Sin embargo, la parte de intriga o policíaca me ha parecido muy pobre. Especialmente en cuanto a su resolución: sin ningún tipo de pista de por medio, de repente el protagonista resuelve el misterio por inspiración divina, de repente se le ocurre una teoría de lo más enrevesada que lo explicaría todo, y resulta que acierta. Demasiado inverosímil.

Pese a todo, esta parte policíaca me ha parecido más bien secundaria. De hecho, creo que el libro habría quedado mucho mejor sin ella, si simplemente hubiera seguido desarrollando la historia de su primera parte. Si simplemente se hubiera desarrollado la historia romántica que parece indicar su título (y que brilla por su ausencia, ya que, si bien el protagonista se enamora de la bailarina, esto prácticamente se menciona en un par de frases y punto, es un tema que no se desarrolla en absoluto), el libro me habría parecido más redondo. Haber desarrollado un drama romántico sobre los problemas de una relación inter-racial en aquel contexto, aunque algo tópico y previsible, creo que hubiera sido más interesante que esa pobre historieta policíaca con barniz político. Pero bueno, supongo que es cuestión de gustos, y habrá quien prefiera este toque de intriga, aunque sea pobre y descafeinada.

En resumen: una novela un tanto irregular aunque agradable de leer. De esas que no te marcan la vida, pero que tampoco te hacen pensar que has perdido el tiempo. Una lectura más. Del montón, probablemente… pero es que en realidad esas suelen ser la mayoría.

Al menos he aprendido un par de cosas interesantes, como que los elefantes odian el color blanco y que a los marajás se la sujetaba un criado cuando tenían que mear. Supongo que sólo por eso (y alguna que otra cosilla más) ya he sacado algo de su lectura… ;-)

27 de mayo de 2014

Cita de hoy

A su marido lo había conocido en el trayecto Londres-Dublín. Estaba sentado en el asiento 19D y tenía entonces once años más que ella. Ahora, como sucede a menudo, tenían la misma edad.

Alessandro Baricco - Mr. Gwyn

22 de mayo de 2014

[Libros] Persuasión – Jane Austen (1818)

Primera novela que leo de Jane Austen, aunque en cierto modo podría decir que ya conocía previamente a la autora muy bien. La razón son las múltiples películas que se han hecho basadas en sus obras, algunas de ellas (las películas, quiero decir) francamente buenas. Destaco especialmente la de “Sentido y sensibilidad”, de Ang Lee, con  unas magníficas Emma Thompson y Kate Winslet; aunque también la de “Orgullo y Prejuicio”, con Keira Knightley, merece mucho la pena. Ambas las he visto dos veces, y aunque supongo que no es lo mismo que leer el libro, me habían preparado para leer a esta autora como si ya fuera una vieja conocida.

Sinopsis:
“Persuasión”, publicada póstumamente en 1818, presenta un cuadro de familia sumamente "austeniano": un viudo pomposo que sólo lee el baronetario, una hija soltera llena de pretensiones, una hija casada hipocondriaca y caprichosa, una multitud ruidosa de parientes y vecinos que aparecen por todas partes... y, al fondo, en el último rincón, una heroína sensible, paciente y menospreciada. Pero “Persuasión” es la última novela de Jane Austen y su heroína no es ya una muchacha en trance de aprendizaje sino una mujer en su madurez. Una mujer que "había dejado atrás la edad de ruborizarse; pero no, desde luego, la de las emociones"; y que ahora, ocho años después de haber rechazado, persuadida por un mal consejo, al hombre que amaba, ve cómo éste reaparece en su vida, rico, honorable, pero aún despechado. Una mujer que debe luchar porque el amor le conceda una segunda oportunidad.

Crítica personal: Típica novela de Jane Austen, aunque no de las mejores

Hace tiempo que tenía curiosidad por descubrir a esta autora “en su elemento”, tras haberla conocido a través de las adaptaciones al cine de sus novelas. Las dos películas citadas arriba me gustan muchísimo, por lo que leer alguno de sus libros parecía una asignatura pendiente clara. Pero ¿por cuál empezar? Porque todo el mundo destaca “Orgullo y prejuicio” como su mejor obra, seguida probablemente por “Sentido y sensibilidad”: justo las dos que ya me sabía de sobra. Me atraía más probar algo nuevo, y tras analizar las posibles alternativas, me incliné por este título, “Persuasión”. Una de sus últimas novelas, publicada póstumamente. Pero creo que no ha sido la mejor elección.

En “Persuasión” encontramos los típicos elementos austenianos: la nítida descripción de la sociedad victoriana, una fantástica descripción de personajes y actitudes, un relato que nos transporta doscientos años atrás, haciéndonos sentir como en medio de una película británica de época. Las novelas de esta autora suelen clasificarse como novela romántica, porque supongo que alguna etiqueta hay que ponerles, pero yo las destacaría más bien como novelas sociológicas, con una pizca de psicológicas también. Porque es precisamente el magnífico retrato sociológico y psicológico que se hace en ellas lo que más destacable e interesante me parece. La historia cuenta con un hilo romántico, sí, si así quiere llamarse al hecho de que siempre está de por medio la búsqueda del matrimonio como objetivo último de la joven de la época, y de sus padres… pero se trata de un relato romántico muy alejado del arquetipo de la novela romántica actual. En el fondo, en esa sociedad y en esa época, el matrimonio era un acto social más, a menudo sin nada que ver con el amor, y esto lo refleja muy bien la autora en sus textos. Sí, en ellos aparece también el sentimiento amoroso precisamente como contraposición a esta función puramente mercantilista del matrimonio… pero en el fondo sus argumentos son más bien de drama social, con contratos matrimoniales y sentimientos de todo tipo de por medio (y varios de esos sentimientos que hay de por medio aparecen en sus títulos: orgullo, prejuicio, razón frente a emoción, o, como en éste, sometimiento).

También aparecen en esta novela los característicos toques críticos, humorísticos o irónicos típicos de la autora, aunque yo diría que en menor medida que en sus dos obras principales anteriormente mencionadas (aunque ya digo que me baso más bien en su versión cinematográfica, así que tampoco puedo asegurarlo al cien por cien). Los problemas económicos  (en un contexto de clase alta, por supuesto), otra de sus constantes habituales (supongo que porque la propia autora los sufrió) también aparecen aquí, con el juego que dan en cuanto a describir el impacto social de dichos problemas, o sus “efectos colaterales”. El orgullo de clase, las apariencias, la continuidad de la familia y sus propiedades de acuerdo a las prácticas hereditarias al uso… todo ello, junto con muchos otros detalles perfectamente descriptivos de la alta sociedad victoriana, toman parte en esta novela, que se mantiene así en la misma línea que otros títulos de la autora.

Por supuesto, como en el resto de su obra, Jane Austen aprovecha el texto para presentar una visión agudamente crítica de la sociedad, denunciando con sutileza su hipocresía y con puntos de vista que casi podríamos calificar de modernos. Esta visión objetiva, inteligente y crítica del mundo que la rodea es probablemente una de las principales características de los textos de la autora, convirtiéndola en la mejor cronista de la época. Creo que podemos decir que la visión que hoy tenemos de la época victoriana, y la inspiración de los guionistas de las películas de la época, están basadas en buena medida en los libros de Jane Austen.

Al ser el primero que leo directamente, lo que voy a decir ahora debéis tomarlo con ciertas reservas, pero diría que el estilo de este libro es más pausado y desapasionado que, al menos, sus dos títulos más famosos (me refiero de nuevo a “Sentido y sensibilidad” y “Orgullo y Prejuicio”). Los toques irónicos y de humor, aunque presentes, me parece que lo están en menor grado, y también las conversaciones llenas de agudeza en esos otros títulos, quedan reducidas aquí a una escasa proporción de un texto ocupado en su mayor parte por el narrador. Esto último lo he podido comprobar hojeando los otros dos títulos: en ellos, el diálogo es casi constante, mientras que aquí brilla por su ausencia, prácticamente.

Supongo que esto le resta agilidad al libro, o al menos así lo he sentido yo. Me ha parecido interesante, por ese siempre magnífico retrato sociológico y psicológico que realiza su autora, pero no demasiado ameno, y he echado muy en falta su chispa habitual (o la que yo le suponía, en base a las películas). La trama me ha parecido algo escasa y de desarrollo bastante predecible, y el desenlace un poco apresurado y casi forzado. En el fondo esto no importa demasiado (ya se sabe que los libros de Jane Austen tienen siempre final feliz), pero también el desarrollo argumental me ha parecido más flojillo que en sus obras principales.

Es por ello que creo que me he equivocado eligiendo este título para estrenarme con Jane Austen. He cogido una novela que no está considerada como una de sus mejores obras, y que carece un poco de la espontaneidad, brillantez y “chispa”, en general, que considero característica de sus títulos más conocidos. Esperaba más, sin duda, y me ha dejado por ello un cierto regusto agridulce.

Es algo que tengo que intentar remediar, haciendo lo que debía haber hecho desde el principio: un día de estos me leeré “Orgullo y prejuicio”. Ya os contaré.

Cita de hoy

«Ésta es la fe religiosa», se dijo: «Borra del rostro la inquietud de las dudas, como les ocurre a los necios».

La caverna de las ideas – José Carlos Somoza

17 de mayo de 2014

[Libros] Estaciones de paso – Almudena Grandes (2005)

Los relatos no son lo mío: me pueden resultar más o menos entretenidos, más o menos curiosos, y puedo apreciar más o menos su estilo y calidad… pero no los disfruto como una novela, aunque sea corta. Leer un relato o dos de vez en cuando me puede llegar a agradar, cuando no tengo tiempo o ganas para ponerme con un libro completo… pero leer un libro de relatos llega a cansarme, y me parece casi incongruente; no es chicha ni limoná, resulta que al final pierdes la brevedad del relato (porque el libro de relatos suele tener la extensión de una novela media) sin ganar a cambio la profundidad de la novela convencional. Por estas razones, supongo, no me gustan demasiado este tipo de libros, así que eso es algo que debéis tener en cuenta cuando hable sobre ellos; aunque, por supuesto, hay muchos apasionados por este tipo de historias, así que todo es relativo…

Sinopsis:
Tal vez las verdaderas experiencias emocionales, las que nunca se olvidan, sean las que se producen en la adolescencia, ese territorio quebradizo en el que uno se asoma por primera vez a la vida adulta.
Estaciones de paso recoge cinco historias de adolescentes abocados a vivir circunstancias que les sobrepasan, pero que, sin sospecharlo, acabarán forjándoles como adultos. Son historias de determinación y coraje, de conflicto con el entorno familiar, pero también de amor, de educación sentimental y de formación de la conciencia. Como el muchacho de «Demostración de la existencia de Dios», que mediante el relato ingenuo de un partido de fútbol narra su tragedia. O la joven que en «Tabaco y negro» se siente heredera de un don y de un oficio legendarios. O Carlos, que evoca en «El capitán de la fila india» las vacaciones que vieron nacer su compromiso político. O Maite, que en «Receta de verano» cocina su confusión interior mientras cuida de un padre inválido. O Tomás, que en «Mozart, y Brahms, y Corelli» consigue seducir a una mujer tan bella que era pura música.
En Estaciones de paso, Almudena Grandes ofrece una galería inolvidable de jóvenes, aturdidos y desorientados, pero empeñados en salir adelante, magistralmente retratados aquí a partir de pretextos tan dispares como el fútbol, los toros, la política, la cocina o la música...

Crítica: Agradable
Se trata del segundo libro de relatos de Almudena Grandes, y aunque me ha parecido que está lejos del nivel que alcanza en sus novelas, desde luego debo reconocer que es muy superior al libro de relatos anterior, Modelos de mujer.

En esta nueva recopilación se nota que la autora ha ganado considerablemente en madurez en cuanto a estilo. Aunque las historias están lógicamente limitadas por su extensión, en ellas aflora el actual estilo de Almudena Grandes, que hace que se disfrute el texto casi independientemente de su fondo.

El libro contiene cinco historias y todas ellas resultan entretenidas; un par de ellas incluso casi podría decir que llegaron a gustarme bastante. En fin, como decía al principio, los relatos no son mi pasión, pero aún así creo poder decir que he disfrutado de la lectura de este libro, y me lo he leído en muy poquitos días. Buena señal: cuando un libro no termina de llegarme, siempre encuentro cosas mejores que hacer (como ver alguna película o serie) y a veces se alargan durante semanas…


En resumen, un libro agradable y bien escrito, con un toque algo entrañable en prácticamente todos los relatos. Si bien es sin duda una obra menor dentro de la producción de Almudena Grandes, se lee con gusto. Puede estar bien cuando no apetezca meterse con un libro completo, o cuando apetezcan leer historias cortas, quizás alternadas con lecturas de más enjundia.

Cita de hoy

Una genial descripción del sentimiento de enamoramiento, cuando parece que no existe nada más allá de la pareja:

Dos pesadas hojas se cerraron, luego un macizo pestillo y nos encontrarnos solos, juntos. Tabriz no era ya una ciudad separada del mundo, era el mundo el que languidecía separado de Tabriz.


Samarcanda – Amin Maalouf

6 de mayo de 2014

[Libros] Mr Gwyn – Alessandro Baricco (2011)

No conocía a Baricco, pero me decidí a descubrirlo a través de este libro después de leer una serie de críticas prácticamente unánimes alabándolo.

Sinopsis:
Jasper Gwyn es escritor, vive en Londres y, verosímilmente, es un hombre que ama la vida. De repente, tiene ganas de parar de escribir, aunque la suya no es la crisis que aflige a los escritores sin inspiración, él parece querer cambiar de perspectiva, llegar hasta el meollo de cierta magia. Le sirve de apoyo, de cómplice, una muchacha que va recogiendo lo que progresivamente va siendo el misterio de Mr Gwyn. Baricco entra en las simetrías secretas de este misterio con el paso seguro y resuelto de quien conoce y ama los senderos que recorre, y el resultado es una joya literaria.

Crítica personal: Entrañable
Escribo esta reseña una semana después de haberlo terminado, y debo decir que, si bien lo terminé muy satisfecho, el libro ha ido perdiendo algo en mi memoria con el paso de los días. Eso no es una señal demasiado buena: indica que el libro me ha marcado poco tirando a nada. Pero lo cierto es que disfruté leyéndolo.

La historia de Mr Gwyn es como un cuento. No sólo el argumento es poco verosímil, sino que también se introducen elementos surrealistas y unos personajes, y un clima general, como de cuento. A esto hay que sumarle el estilo literario de Baricco, con una prosa  muy sencilla pero muy cuidada, muy estudiada para crear un clima especial con su lectura. Se trata, como he leído en algún sitio (y me parece bastante acertado) de un estilo de escritura casi “naif”, pero que le va muy bien a la historia.

Mr Gwyn es un relato bastante corto cuyo propósito creo que es justamente resultar entrañable. El texto destila buen rollo, una especie de cariño fraternal cuasiuniversal, que al final se contagia. Y eso es lo que hace realmente agradable su lectura. Quieras o no, acabas atrapado en la prosa del autor y sumergido en el clima del libro. Un clima algo dulzón, podríamos decir, pero sin ser ñoño en absoluto. Hay que reconocer que Baricco lo hace bien, y consigue envolverte con su prosa en un ambiente especial, con algo de onírico y de poético, logrando crear un entorno muy agradable.

Poco más puede decirse del libro: solamente eso, que es una lectura breve y agradable, entrañable, que se lee “con cariño” y hace que se disfrute de su lectura. Y bien escrito. No es un libro que pueda decir que me haya apasionado o que me haya marcado de laguna forma, pero sí es un libro que he leído con gusto y me ha hecho pasar un rato agradable, que no es poco.

En cualquier caso, recomendable. Disfrutaréis con la lectura de este cuento diseñado para tocar la fibra, aunque con suavidad, sin dramas y sin estridencias. Un libro “bonito”.

5 de mayo de 2014

Citas de hoy

Hoy traigo un par de citas que me impresionaron por proceder de un norteamericano. A menudo, cuando desde el exterior criticamos aspectos de la política norteamericana nos olvidamos de que también existen ciudadanos norteamericanos tan críticos como los de fuera con la política de sus dirigentes. Los siguientes comentarios de Paul Auster en referencia al mandato de Bush son un buen ejemplo. Y si recordamos que en Estados Unidos la izquierda como tal no existe, y que hasta el más acérrimo de los demócratas encajaría como mucho en lo que por aquí denominamos “centro”, leer cosas como éstas resultan aún más impresionantes. George Bush hijo se ganó a pulso ser recordado como el peor presidente de la historia de los Estados Unidos, con diferencia. Lo peor es que no sólo les afectó a ellos…

Si Bush acababa ganando, ya podríamos olvidamos de todas aquellas paparruchas del «conservadurismo compasivo». Aquel individuo no era conservador. Era un ideólogo de la extrema derecha, y en el momento en que jurara el cargo, el gobierno estaría en manos de unos fanáticos.

Brooklyn Follies – Paul Auster


Sus palabras sobre el bochornoso pucherazo que hoy todos reconocen en aquellas elecciones, no son menos críticas (no es el único que habla de golpe de estado; recientemente escuché esas mismas palabras en un documental de Oliver Stone sobre la historia norteamericana cuando se hizo referencia al tema).

El desastre electoral de 2000 estaba sólo a la vuelta de la esquina, pero incluso mientras Tom y Honey se quedaban horrorizados frente al televisor durante las cinco semanas siguientes, viendo cómo el Partido Republicano convocaba a sus matones para poner en entredicho los resultados de Florida y luego manipulaba al Tribunal Supremo para montar un golpe de Estado legal, incluso en el momento en que se cometían tales delitos contra el pueblo de Estados Unidos y mi sobrino y su mujer salían a manifestarse a la calle, enviaban cartas a sus congresistas y firmaban incontables protestas y peticiones, a mí sólo me preocupaba una cosa (…)

Brooklyn Follies – Paul Auster