29 de octubre de 2013

[Libros] El lector de cadáveres – Antonio Garrido (2011)

Sinopsis:
En la antigua China, sólo los jueces más sagaces alcanzaban el codiciado título de «lectores de cadáveres», una élite de forenses que, aun a riesgo de su propia vida, tenían el mandato de que ningún crimen, por irresoluble que pareciera, quedara impune. Cí Song fue el primero de ellos.
Inspirada en un personaje real, El lector de cadáveres narra la extraordinaria historia de un joven de origen humilde cuya pasión y determinación le condujeron desde su cargo como enterrador en los Campos de la Muerte de Lin’an a aventajado discípulo en la prestigiosa Academia Ming. Allí, envidiado por sus pioneros métodos y perseguido por la justicia, despertará la curiosidad del mismísimo emperador, quien le convocará para rastrear los atroces crímenes que, uno tras otro, amenazan con aniquilar a la corte imperial.
"Un absorbente thriller histórico, extraordinariamente documentado, en el que la ambición y el odio van de la mano con el amor y la muerte en la exótica y fastuosa China medieval."

Crítica: Tipo best-seller, pero de calidad

Me gustó mucho, un libro en principio ligero y muy entretenido, pero "con algo más". Es decir, es básicamente un libro tipo "best-seller", pero de calidad: una trama principalmente de aventuras con ciertos elementos policíacos y de intriga, en un contexto histórico y exótico: la China medieval. Pero lo que lo diferencia de cualquier otro libro de entretenimiento del montón, de esas lecturas de verano "de usar y tirar" (aunque a todos nos gustan, cada libro tiene su momento) es el trabajo de documentación que tiene detrás, y que se nota en el contexto, con esa fantástica descripción de la vida en la China de la época, que aporta a un libro que es básicamente de aventuras, un interesante marco de buena novela histórica.

Veamos, este libro es lo que es: si nos ponemos a analizarlo en profundidad, podremos criticarlo por tener una trama general poco verosímil (al pobre protagonista le pasa de todo, aunque al final siempre consigue salir más o menos airoso de sus múltiples entuertos), y detalles concretos bastante increíbles y cogidos por los pelos (por poner un ejemplo, a ver quién se cree que las moscas son capaces de detectar invisibles restos de sangre en un objeto que ha sido lavado, posándose masivamente sobre él). Pero, como decía, estos libros son lo que son: libros de entretenimiento y aventuras que se devoran sin pensar demasiado. En ese sentido, cumple bastante bien, con el añadido positivo de presentar un marco histórico bastante documentado, lo cual ya es bastante más que lo que tiene la media de este tipo de obras de entretenimiento puro.

En resumen, un libro de lectura fácil, muy entretenido y "enganchante", con una calidad por encima de la media en este tipo de libros, desde mi punto de vista.

Nota personal: 7,5

Cita de hoy

«Esto podría ser toda una vida —pensó—. Trabajar ocho horas al día forrando alambres para ganar dinero con que comer y pagar el sitio donde dormir, para continuar viviendo para volver a forrar más alambres. Hay gente que nace y vive sólo para llegar a esto. Claro que algunas de estas muchachas se casarán con hombres que llevan la misma existencia. ¿Qué ventaja sacan? Tener a alguien con quien conversar durante las contadas horas libres entre la salida de la fábrica y el momento de dormirse.»

Un árbol crece en Brooklyn – Betty Smith

24 de octubre de 2013

[Libros] Brooklyn Follies – Paul Auster (2006)

Es el primer libro que leo de Paul Auster. Tenía curiosidad por conocer a un autor tan renombrado, y elegí esta obra porque solía verla bastante recomendada por ahí. Luego, siguiendo cotilleando aquí y allá, he visto que sus principales seguidores denuestan un poco esta novela al considerarla algo “buenrollista y facilona”, y alejada, al parecer, del estilo habitual del autor. No lo sé; tendré que leer otros para opinar.

Sinopsis:
Nathan Glass ha sobrevivido a un cáncer de pulmón y a un divorcio después de tres décadas de matrimonio, y ha vuelto a Brooklyn, el lugar donde pasó su infancia. Hasta que enfermó era un vendedor de seguros; ahora que ya no tiene que ganarse la vida, piensa escribir El libro del desvarío humano. Contará todo lo que pasa a su alrededor, todo lo que le ocurre y lo que se le ocurre. Comienza a frecuentar el bar del barrio y está casi enamorado de la camarera. Y va también a la librería de segunda mano de Harry Brightman, un homosexual culto que no es quien dice ser. Y allí se encuentra con Tom, su sobrino, el hijo de su amada hermana muerta. El joven había sido un universitario brillante. Y ahora, solitario, conduce un taxi y ayuda a Brightman a clasificar sus libros... Poco a poco, Nathan irá descubriendo que no ha venido a Brooklyn a morir, sino a vivir.

Crítica: Agradable
Éste es uno de esos libros agradables, sobre gente más o menos corriente a los que les pasan cosas más o menos corrientes. Una especie de cuento o de fábula de la vida actual, aunque con un espíritu optimista. En este libro pasan cosas malas, sí, porque forman parte de nuestra vida, pero al final el mensaje que el lector termina sacando más o menos es que, pese a los sinsabores, la vida merece la pena vivirse.

La novela es un conjunto de historias cuyo nexo de unión es el personaje central, ya que todas esas historias les ocurren a él o a quienes tiene a su alrededor (familiares, amigos…). En general, son todos ellos personajes corrientes y a los que podríamos definir como algo “fracasados” en la vida, utilizando ese vocablo que tanto gusta a los americanos y que tan poco me gusta a mí. Gente a la que no le ha ido especialmente bien en la vida por unas razones o por otras; no son ricos ni guapos, sino por lo general más bien escasos de dinero o con algo de sobrepeso, o bien monas pero desgraciadas en el amor y en la vida en general… Pero sin estridencias, sin dramatismos: gente corriente en una vida más o menos corriente. Vale, a nadie le ocurren tantas cosas variopintas en su vida como ocurren en este libro, pero salvo por esa acumulación (lo contrario sería muy aburrido de leer), todas las situaciones resultan bastante realistas, algo que te podría llegar a pasar a ti.

Sobre el estilo de Auster, simplemente decir que es sencillo y directo, fácil de leer, totalmente accesible… casi “de gente corriente” también. Lo cual no es en absoluto negativo: de hecho, a menudo lo realmente difícil es escribir con total naturalidad. Eso sí, reconozco que me costó un poco entrar en el libro: hasta llegar a la tercera parte del texto, todavía me estaba preguntando cuándo iba a entrar en materia, parecía un amasijo de escenas inconexas. Luego ya le vas cogiendo el gustillo.

Como decía al principio, el libro es “buenrollista”, de esos que acaban bien (sin estridencias tampoco) y que te dejan un buen sabor de boca… aunque sin olvidar que los problemas también son parte de la vida.  No me ha parecido ninguna maravilla en ningún sentido, pero resulta agradable y cómodo de leer. Uno de esos libros que apetece meterse al cuerpo de vez en cuando.

Nota personal: 7

23 de octubre de 2013

Citas de hoy

Un par de citas con cierto humor negro, por parte de un escritor bastante especial (ambas del mismo libro):

Está tan delgada que o bien se está muriendo o bien es rica.

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La mayoría de las grabaciones de risas de la televisión se registraron a principios de los cincuenta. Hoy en día la mayoría de la gente a la que se oye reír está muerta.

Nana – Chuck Palahniuk

[Libros] Jezabel - Irène Némirovsky (1936)

Sinopsis:
Gladys Eysenach es acusada del asesinato de su presunto amante, un joven estudiante de apenas veinte años, y el caso levanta una enorme expectación en París. Gladys pertenece a esa alta sociedad apátrida que recorre Europa de fiesta en fiesta. Envidiada por las mujeres y deseada por los hombres, su vida se airea impúdicamente frente al juez. El público, impaciente por conocer cada sórdido detalle, no comprende que la rica y envidiada Gladys, comprometida con un apuesto conde italiano, haya perdido la cabeza por un joven anodino, casi un niño.

Crítica: Folletín psicológico
Lamento ser algo discrepante con la mayor parte de las críticas que ponen este libro por las nubes o poco menos… pero no me ha parecido para tanto.

Estamos ante una novela corta de índole psicológico; se trata de un buen retrato de una mujer obsesionada por su apariencia y por mantenerse eternamente joven y deseable. Esta obsesión condicionará su vida y a los que la rodean. Y hasta aquí puedo leer…

El argumento no está mal, y Némirovsky escribe bien… pero el resultado me ha parecido digamos que “discreto”. Es decir, no me ha disgustado, pero tampoco me ha apasionado, ni muchísimo menos. La verdad es que, aunque no me aburría su lectura, casi me daba pereza cogerlo. No me ha llegado.

En el fondo, el libro es un folletín. Un folletín bien escrito y con cierta sustancia, pero folletín al fin y al cabo: su contenido me ha resultado demasiado novelesco, demasiado “dramático” en el mal sentido del término, demasiado “romántico” no en el sentido amoroso, sino en el de la época del Romanticismo (sentimientos y situaciones algo extremas); en fin, casi podría decir que los personajes me han resultado un poco “sobreactuados”, poco reales.

Debo confesar que ya desde el principio quizás he empezado con mal pie: el modo en el que la autora nos introduce al personaje, tomando como excusa los discursos de jueces y fiscales durante un juicio, no me ha gustado nada. La razón es que pone en boca de jueces y fiscales declaraciones subjetivas y juicios de valor que en la vida real no son en absoluto propios de esas profesiones. Vamos, que en una película americana esas declaraciones irían acompañadas de decenas de exclamaciones de “protesto” por la parte contraria, y no digamos ya en boca de un juez… Némirovsky utiliza el recurso de contarnos cosas sobre la protagonista (la acusada) aprovechando esos discursos, pero estos resultan tan poco realistas en un marco legal como el de un tribunal, que me han empezado chirriando bastante.

Lo anterior no es más que una anécdota, en el fondo, pero creo que me ha hecho empezar con mal pie. No he observado más “fallos” de ese tipo en el resto del libro, solamente esa “sobreactuación” de los personajes ya comentada, pero lo cierto es que la novela no me ha dejado totalmente satisfecho. No me ha disgustado, no me parece mala en absoluto, y tiene la ventaja de ser muy corta, pero lo cierto es que tampoco le veo las múltiples cualidades que uno lee en algunas críticas.

Es solamente el tercer libro que leo de esta autora, pero por ahora es el que menos me ha gustado de los tres. En cualquier caso, seguiré “catando” otras de sus obras.

Nota personal: 5,5

Cita de hoy

Tenía defectos, pero ¿qué importa eso cuando se trata de asuntos del corazón? Amamos lo que amamos. La razón no entra en juego. En muchos aspectos, el amor más insensato es el amor más verdadero. Cualquiera puede amar algo por algún motivo. Eso es tan fácil como meterse un penique en el bolsillo. Pero amar algo a pesar de algo es otra cosa. Conocer los defectos y amarlos también. Eso es inusual, puro y perfecto.


El temor de un hombre sabio – Patrick Rothfuss

18 de octubre de 2013

[Libros] La caverna de las ideas – José Carlos Somoza (2000)

Tercer libro que leo de este curioso escritor. Hasta ahora, sus novelas no me han dejado indiferente, y ninguna se parece a otra. Podrá gustar o no, pero hay algo que no se le puede negar: originalidad.

Sinopsis:
Unos crueles asesinatos de jóvenes tienen lugar en la Atenas de Platón. Diágoras, miembro de la Academia platónica contrata al Descifrador de Enigmas, Hércules Póntor para que averigüe quién ha matado a un joven discípulo suyo, mutilándolo y arrancándole el corazón. Hércules pone en marcha su investigación. Al mismo tiempo, el traductor de la novela de Hércules empieza a observar inquietantes mensajes ocultos en el texto, y poco a poco le entran sospechas de que la muerte del anterior traductor, un tal Montalo, tiene que ver con lo que ocurre en ella...

Crítica: Una novela muy original
No sé muy bien como hablar de esta curiosa obra, excepto aludiendo a su originalidad. Tampoco quiero dar demasiados datos, porque gran parte de la “gracia” del texto es ir descubriéndolo, pero diré que leer este libro es como leer la traducción de una obra clásica repleta de anotaciones personales del traductor. En cierto modo, no se trataría de la versión definitiva con las típicas notas al pie frías e impersonales, sino que sería más bien un borrador, con anotaciones personales del traductor, en las que vamos leyendo sus pensamientos, sus dudas y opiniones sobre la obra a medida que la traduce. Estas notas se convierten también en una especie de diario personal en el que comenta conversaciones que tiene con otras personas acerca de este trabajo.

Así, vamos leyendo el texto griego (una historia en cierto modo detectivesca en la Atenas antigua) intercalado con estas anotaciones, cuando empiezan a suceder cosas “extrañas”: por momentos, parece como si los personajes de la obra fueran conscientes de la presencia del traductor y se dirigieran a él. Poco a poco, realidad y ficción parecen ir difuminando sus límites…

¿Me ha gustado el libro? Digamos que me ha entretenido. Lo he leído con ganas, no me ha aburrido en ningún momento, y todo el tiempo ha mantenido mi curiosidad por saber qué estaba pasando, y en qué iba a desembocar todo ese enredo. No me ha entusiasmado, pero lo he leído con curiosidad e interés, que no es poco. El final me ha parecido algo flojillo, aunque supongo que cerrar esta historia no era fácil. Pero, en conjunto, me ha parecido un libro interesante y, sobre todo, refrescante. No se parece a ningún otro. Y eso tiene su valor. Pero no sé, no puedo quitarme de encima la sensación de que no se ha sabido aprovechar del todo el potencial que ofrecía la idea central del texto (la pérdida de los límites entre la realidad y la ficción): la verdad es que esperaba más.

Nota personal: 6,5

Cita de hoy

Esta cita es casi un minirelato en sí misma:

Siguió mirando los pies del viejo, imaginando que en su tiempo ese anciano también había sido un niño, un bebé limpio, suave, a quien su madre besaba los piececitos rosados. Tal vez cuando tronaba de noche su mamá se inclinaba sobre la cuna, tierna y solícita, le arrullaba para que no tuviese miedo, le decía que allí estaba ella, luego lo alzaba y colocando la mejilla contra su cabeza le decía que era su niño, su niño querido. Y continuó pensando que podía haber sido un chico como su hermano, uno de esos que entran y salen de casa dando portazos, y que mientras las madres les reprochan su conducta sueñan con poder llegar a ser un día presidentes. Después habría sido un muchacho fuerte y feliz, y cuando pasara por la calle las mozas se volverían para mirarle y sonreírle, y él guiñaría el ojo a la más bonita. Seguramente se había casado, había tenido hijos que le considerarían el papá más prodigioso del mundo por ser buen trabajador y por los juguetes que les regalaba para Navidad. Ahora sus niños también se estarían haciendo viejos, tendrían hijos y nadie querría cargar con el anciano. Quién sabe si no estarían esperando que muriese de una vez. Pero él no deseaba morir; quería seguir viviendo, a pesar de la carga de sus años y la falta de motivos para ser feliz.


Un árbol crece en Brooklyn – Betty Smith

12 de octubre de 2013

Citas de La Segunda Guerra Mundial, de Antony Beevor.

(Puedes leer la reseña del libro aquí)

Nota: Advierto que la mayoría de estas citas son muy duras. Por otra parte, me doy cuenta ahora de que la mayoría de las citas que recojo aquí revelan atrocidades contra el pueblo alemán; no hay ninguna intención oculta en esta selección, y la razón es muy simple: decidí empezar a recopilar citas al final de mi lectura del texto, cuando la guerra había dado la vuelta definitivamente a favor de los aliados; pero el libro muestra las mismas atrocidades cometidas por todos los bandos (sin olvidar, por supuesto, los incomparables  crímenes masivos contra la humanidad cometidos por el régimen nazi).

El suelo está cubierto de cadáveres de alemanes. Lo que ha pasado aquí deja pequeños los sucesos de la carretera de Minsk en 1944. Anda uno pisando cadáveres, se sienta uno a descansar sobre cadáveres, pone uno la comida encima de cadáveres. A lo largo de unos diez kilómetros hay dos cadáveres de alemanes por metro cuadrado...

Sus corazones parecen ahora de piedra. Si alguna vez les dices: "¡Soldado, no deberías liquidar a este  Hans! Que construya de nuevo lo que ha destruido", te mira desde debajo de las cejas y dice: "Se llevaron a mi mujer y a mi hija". Y dispara su pistola. Tiene razón.

Cuando sus tropas lograron finalmente entrar en la ciudad fortaleza no tuvieron piedad, ni siquiera con los civiles de las casas que tenían colgadas sábanas blancas en las ventanas en señal de rendición. Al cabo de poco tiempo las mujeres suplicaban ya a sus agresores que las mataran. En todas direcciones se oían gritos desgarradores procedentes de las ruinas. Miles de civiles y militares se suicidaron.

Algunos americanos se dedicaron a decapitar cadáveres enemigos, cuyas cabezas hervían a continuación para vender los cráneos cuando regresaran a los Estados Unidos.

La navaja la utilizaban para cortar los dedos y las orejas a los alemanes muertos a modo de trofeo. Pero causaron el terror entre la población civil italiana y se contaron casos de violaciones brutales, a los que los oficiales franceses tendieron a restar importancia por considerarlos el precio que suele cobrarse la guerra.

Hasta donde alcanza la vista hay cadáveres de mujeres, ancianos y niños, entre montones de ropa y de carretas volcadas... Está oscureciendo. Nos ordenan encontrar un lugar en el que pasar la noche en alguna de las localidades alemanas situadas fuera de la carretera. Me llevo a mi pelotón a una aldea a dos kilómetros de la carretera. En todas las habitaciones hay cadáveres de niños, ancianos y mujeres que han sido violadas y tiroteadas. Estamos tan cansados que no prestamos atención a nada. Estamos tan cansados que nos tumbamos en medio de los cadáveres y nos dormimos

Los hombres eran obligados a salir a tierra de nadie para desnudar a los camaradas muertos, recoger sus uniformes e incluso su ropa interior para vestir a los nuevos reclutas.

Los soldados se quejaron de que su línea de avance no ofrecía «ni mujeres ni botín», anotó un oficial de morteros, que decía de sus hombres que eran «unos tíos increíblemente valientes, pero también unos golfos de tomo y lomo». «No tardó en encontrarse una solución», escribió. «Se mandaba por turnos a una cuarta parte de los soldados a Mor, donde se adueñaban de las casas y de las mujeres de la localidad que no habían logrado escapar ni esconderse. Se les concedía una hora. Y a continuación venía el grupo siguiente. Usaban a las mujeres desde los catorce hasta los cincuenta años.

La escasez de alimentos hizo que las tropas niponas vieran en la población local y en los prisioneros una fuente de proteínas. El recluta Enomoto Masayo confesaría más tarde haber violado, asesinado y descuartizado a una joven china. «Yo ya trataba de escoger lugares en los que abundara la carne», añadiría. Luego compartió la carne con sus camaradas. La describió como «rica y tierna. Creo que era más sabrosa que la de cerdo». Ni siquiera su oficial al mando lo reprendió cuando el caníbal le reveló el origen de su banquete.

[Libros] La segunda guerra mundial - Antony Beevor (2012)

Sinopsis:
La segunda guerra mundial constituye la culminación de toda una carrera dedicada a la investigación y la narración históricas. Armado con la erudición más actualizada, apoyándose en un descomunal trabajo de investigación en el que siguen prevaleciendo las cartas y los diarios de los combatientes, y desplegando sus asombrosos recursos narrativos -que le permiten casar los grandes acontecimientos con las anécdotas más reveladoras-, Beevor nos muestra aquí el inmenso retablo de una guerra que se extendió desde el Atlántico Norte al Pacífico Sur, desde las nevadas estepas septentrionales a los áridos desiertos del norte de África; desde la jungla de Birmania hasta las fronteras de la Europa oriental; desde los prisioneros del Gulag reclutados para los batallones de castigo hasta las indecibles crueldades de la guerra entre China y Japón.
Aunque Beevor se enfrenta a un panorama gigantesco, jamás pierde de vista a los soldados rasos o a los civiles cuyas vidas fueron destruidas por las fuerzas titánicas desencadenadas en una guerra cuya historia sigue asombrándonos y emocionándonos como ninguna otra.

Crítica: Magnífica labor de síntesis global
Sobe la Segunda Guerra Mundial se ha escrito muchísimo. 70 años después de su finalización, parece difícil que se pueda decir algo nuevo, así que ¿qué aporta esta nueva obra sobre el tema, y por qué ha ido su publicación rodeada de tanto bombo y buenas críticas?

Podríamos pensar que esto último es más bien cuestión de márketing (lo vemos demasiadas veces, alrededor de publicaciones que luego cuando las lees te dejan totalmente frío), pero lo cierto es que en esta ocasión debo reconocer que todos los halagos son merecidos. Porque es realmente difícil condensar en una obra como ésta (extensa en términos globales, pero reducida para un tema de esta magnitud) toda la complejidad y los diferentes aspectos de un periodo histórico tan complejo como el del segundo conflicto mundial.

Y es que Antony Beevor no se centra únicamente en las acciones bélicas, sino que presta igual atención a los aspectos políticos y humanos del conflicto, siempre con una objetividad más que destacable. El autor no duda en adentrarse en las personalidades de políticos y generales de los diferentes bandos, analizando cómo sus opiniones y decisiones influyeron en el curso de la guerra. Así, no duda en desmitificar a grandes personajes de la historia como Churchill, McArthur o Montgomery (entre muchos otros) mostrando sus manías, sus obsesiones, sus errores o sus egos de estrella de cine, y cómo todo esto a veces condicionaba sus acciones.

También el lado humano está perfectamente reflejado en esta obra, a través de declaraciones de personas de a pie, extraídas de cartas de combatientes, reseñas de corresponsales de guerra o entrevistas a supervivientes. Nada se escapa al escrutinio de Beevor: ni las atrocidades cometidas por todos los bandos en los diferentes frentes (aunque siempre se han cargado las tintas en alemanes, japoneses y rusos, no ha sido hasta ahora nada frecuente encontrar testimonios de las atrocidades cometidas por franceses o norteamericanos, por ejemplo) ni los sentimientos internos de quienes se encontraban tanto entre los vencedores como entre los vencidos. Testimonios y anécdotas bien escogidos que a menudo ofrecen un retrato de la guerra mucho más vívido que la pormenorizada descripción de la estrategia de cualquier batalla.

La política internacional, las políticas internas de las naciones en conflicto, las acciones bélicas, las tensiones y rivalidades entre aliados, y los sentimientos y sufrimientos de los combatientes y la ciudadanía, todo ello encuentra su hueco en esta magnífica obra que califico de síntesis global, por esa capacidad de reflejar en relativamente pocas páginas (a pesar de tratarse de un libro extenso) los múltiples y complejos aspectos de este período histórico.

A destacar, también, que el haber sido escrito tras la caída de la Unión Soviética, ha permitido a Beevor bucear en multitud de archivos y publicaciones rusas, inaccesibles a los historiadores hasta hace unos cuantos años. Aunque el trabajo de Beevor es en su mayor parte una labor de recopilación de las investigaciones llevadas a cabo por multitud de historiadores individuales, el presentar todos los datos conjuntamente resulta de gran valor para el lector no especializado. Y el intercalar los testimonios personales de civiles y militares le da a esta obra un toque humano que le aporta un valor especial, desde mi punto de vista.

Sólo he encontrado un detalle negativo, aunque es tan puntual que puede calificarse de anecdótico; me refiero a una ocasión en que Beevor lanza una hipótesis personal sin ningún respaldo de ningún tipo más que su propia opinión. Me refiero a cuando dice que Stalin estaba tan obsesionado por llegar primero a Berlín (esto sí es un hecho) que en caso de haberse topado con los aliados por el camino seguramente habría sido capaz de atacarlos para evitar que llegasen primero; esto es un juicio de valor que no viene a cuento, se puede pensar así o no, pero no es más que una opinión personal que realmente no pinta nada en el texto, y que afortunadamente no he visto repetirse a lo largo del libro.

No estamos ante una obra exhaustiva, por supuesto; no puede serlo. Quien busque más detalles sobre aspectos más concretos tendrá que acudir a obras más especializadas, ya que la Segunda Guerra Mundial contiene en su interior centenares de historias que dan cada una de ellas para llenar un libro. Pero se trata, sin duda, de una gran obra para adentrarse de forma a la vez sintetizada y global en lo que probablemente fue el evento histórico más importante del siglo XX, y que en muchos aspectos marcó la evolución del mundo hasta nuestros días.

Nota personal: 10

P.D.: No puedo evitar dejar algunas muestras que me han impresionado, algunas citas extraídas del libro. Corresponden a la parte humana a la que hacía referencia en la reseña. No es que lo considere lo mejor del libro; la parte política, o la descripción de las rivalidades y debilidades de los diferentes mandos, me han gustado mucho igualmente… pero el lado humano impresiona. Dado que son bastantes, las recogeré en la siguiente entrada.

9 de octubre de 2013

[Libros] El exótico hotel Marigold - Deborah Moggach (2004)

No sé bien qué es lo que me hizo decidirme por este libro. Supongo que me sonaba el título a partir de la película, y la sinopsis no pintaba del todo mal. Buscaba algo ligero, y la sinopsis parecía apuntar a eso, una comedia dramática aderezada con exotismo y algo de humanidad… Esperaba algo parecido a esas agradables películas inglesas del género, que, sin ser peliculones, te suelen dejar con una sonrisa y buen sabor de boca. Qué equivocado estaba…

Sinopsis:
Cuando Ravi Kapoor, un estresado médico londinense, se encuentra al borde del ataque de nervios conviviendo día y noche con su suegro, al que han expulsado del geriátrico por comportamiento poco decoroso, decide tomar una drástica decisión. ¿Y si le envía lejos, muy lejos, lo más lejos posible?
Sus deseos parecen convertirse en realidad cuando su primo, el empresario hindú Sonny, le anuncia que tiene pensado abrir una casa de retiro al más puro estilo británico en Bangalore. No será ni muy cara ni muy lujosa, pero los jubilados ingleses podrán disfrutar del cálido clima de la India y de un buen zumo de mango aderezado con unas gotas de ginebra. Ravi ve el cielo abierto y Norman, su suegro, parece dispuesto a vivir intensamente en el exótico hotel Marigold.
Una comedia hilarante narrada con sensibilidad y una aguda capacidad para bucear en el alma humana, en la que las escenas más divertidas esconden un profundo mensaje sobre las infinitas posibilidades de reinventarse, incluso en la etapa final de nuestras vidas.
En esta novela se basa la película británica de 2012 de género drama-comedia, dirigida por John Madden.

Crítica: Superficial y anodino
Qué gran ocasión desperdiciada. Qué argumento a priori con tanto potencial, tirado por la taza del váter. Qué pérdida de tiempo leer este libro…

Quizás no debería escribir esto en caliente, pero es que casi me siento estafado. No esperaba ninguna obra maestra literaria, ni ningún tratado sobre la vejez o el trato a nuestros mayores, ni nada parecido… Sólo esperaba una lectura agradable y moderadamente divertida, con ligeros toques humanos, para pasar el rato. Pero no he encontrado más que superficialidad absoluta, tópicos y una completa falta de la más mínima sustancia.

El libro empieza bien, y en su primer tercio, con la presentación de los personajes, parece que promete. Pero luego, justo cuando empieza la verdadera trama, cuando los jubilados llegan a la India, empieza a desinflarse, a desinflarse, a desinflarse… hasta quedar reducido a la nada más absoluta.

Anodino, insustancial, superficial y totalmente prescindible, no puedo calificarlo de otra forma. Hubiera bastado un pelín más de profundización en las historias, sólo un pelín… pero se pasa de puntillas (qué digo de puntillas… ¡levitando!) sobre todo ello, no se hacen más que ligeros esbozos de situaciones y sentimientos, que quedan en nada. Se salta de una cosa a la otra sin pausa y como sin ganas, parece como si viéramos a los protagonistas a través de un agujerito en la pared dedicando 30 segundos a cada uno, con lo cual vemos más o menos la escena pero no la entendemos ni la “vivimos”… Superficialidad absoluta.

Poco más puedo decir: pero es una pena que una idea argumental interesante en un marco exótico aún más interesante y con un potencial enorme, quede reducida a la vacuidad más completa. No perdáis el tiempo, bastante rabia me da haberlo perdido yo con estas páginas vacías.

Nota personal: 4

7 de octubre de 2013

Citas de hoy

Dos citas muy diferentes, pero con algo en común: cargadas de ironía. (La primera no es de un libro, pero da igual...)

Para aquellos líderes políticos vacilantes ante la ciencia, no hay mejor contestación que la que ofreció en el siglo XIX el científico Michael Faraday a William Gladstone, ministro de Hacienda británico, cuando le interrogó sobre la utilidad práctica de la electricidad: “Sir, estoy seguro de que pronto podrá usted gravarla con impuestos”.

Rolf Heuer, director del CERN

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Presumía de conservar a sus criados mucho tiempo. Si caían enfermos, ella misma se encargaba de cuidarlos. Cuando Madeleine había tenido anginas, la señora Péricand le había preparado los gargarismos personalmente. Como el resto del día no tenía tiempo, lo hacía por la noche, a la vuelta del teatro. Madeleine se despertaba sobresaltada y no mostraba su agradecimiento hasta pasado un rato, y además de forma bastante fría, pensaba la señora Péricand. Así era el pueblo; nunca estaba satisfecho y, cuanto más se desvivía una por él, más voluble e ingrato se mostraba.

Suite francesa – Irène Némirovsky

3 de octubre de 2013

[Libros] It – Stephen King (1986)

Tras el descubrimiento de este autor que para mí supuso 22/11/63, que me encantó, decidí probar con la que se suele considerar una de sus mejores novelas por parte de sus seguidores. El terror no es mi género favorito, ni de lejos… pero el libro me ha agradado. Guste o no, King sabe escribir, y eso se nota.

Sinopsis:
¿Quién o qué mutila y mata a los niños de un pequeño pueblo norteamericano? ¿Por qué llega cíclicamente el horror a Derry en forma de un payaso siniestro que va sembrando la destrucción a su paso? Esto es lo que se proponen averiguar los protagonistas de esta novela. Tras veintisiete años de tranquilidad y lejanía una antigua promesa infantil les hace volver al lugar en el que vivieron su infancia y juventud como una terrible pesadilla. Regresan a Derry para enfrentarse con su pasado y enterrar definitivamente la amenaza que los amargó durante su niñez. Saben que pueden morir, pero son conscientes de que no conocerán la paz hasta que aquella cosa sea destruida para siempre. It es una de las novelas más ambiciosas de Stephen King, donde ha logrado perfeccionar de un modo muy personal las claves del género de terror.

Crítica: Dos libros en uno

Esa es la primera conclusión que saco tras leer este libro: que en realidad, son dos… o podrían serlo. No sólo por su extensión, que daría perfectamente para publicar dos títulos independientes de tamaño más que aceptable (sí, este libro es un tocho), sino porque realmente separando por un lado la parte fantástica/de terror y por otro la parte humana/realista, ambas por sí solas podrían dar lugar a dos libros muy vendibles: el terrorífico quedaría mucho más sencillo y típico del género (quizás hasta gustase más a muchos potenciales lectores que sólo buscasen acción y tensión), mientras que el otro podría convertirse fácilmente en una bonita novela sobre la infancia y la amistad.

Y es que, en el fondo, este libro va de eso: es un canto a la niñez y a las amistades de infancia y juventud. En ese sentido, resulta agradable y hasta entrañable. Las historias de los protagonistas durante su infancia son un magnífico reflejo de las vidas infantiles, con sus alegrías y sus preocupaciones, con sus juegos y sus peleas, con sus problemas en casa y personales… Todos los personajes tienen una compleja vida interior, magníficamente retratada por el autor: el tartamudo atormentado por un sentimiento de culpa; el gordo despreciado por su físico; la niña con un padre maltratador; el que sufre a una madre extremadamente posesiva e hipocondríaca; etc, etc. Auténticos dramas personales, aunque en parte suavizados (o a veces agravados) por la mentalidad infantil. Sólo que, a todo esto que ya podría ser por sí solo una gran novela dramática, King le superpone otra historia, un relato fantástico y de terror que, por momentos, llega a resultar verdaderamente inquietante.

La suma de ambas historias es lo que hace extremadamente largo este libro. Aunque para mí es la parte realista de la historia la que le aporta un valor especial, entiendo que para quien busque un típico libro de terror, éste le podrá resultar lento y aburrido. Como yo soy más bien amante de lo contrario (aunque no hago ascos a los “thrillers”, me suelen atraer más los libros con cierta “sustancia”), me ha sucedido justamente lo contrario, y ha sido esta atención a los personajes, a su “alma” y su historia, lo que me ha hecho interesarme más por el relato, incluida su parte más fantástica (que en el fondo es el núcleo de este libro, aunque esté inmerso en todo lo demás).

Así que, hablando sobre esta parte “de terror”, diré que hasta cerca del final está muy bien llevada. Aunque se basa en un hecho central a todas luces fantástico, y aunque lo que sucede alrededor de todo ello entraría dentro de lo “paranormal”, la verdad es que cuando te metes en la historia casi resulta “creíble”. King consigue llevar el terror a los objetos más cotidianos… y eso es lo que realmente produce miedo. El simple hecho de describir a alguien sujetando un grupo de globos que se inclinan en dirección contraria al viento, o una fotografía cuyo contenido cobra movimiento… a mí me produjo escalofríos. King juega con eso: no con muertos putrefactos andando por las calles o escenas gore de asesinatos sangrientos, sino, básicamente, hechos “paranormales” en situaciones cotidianas. También hay muertes y acción, sí, pero creo que lo verdaderamente terrorífico está en lo otro. Personalmente, no puedo decir que el libro me haya dado miedo… la verdad, creo que a estas alturas de mi vida eso ya es muy, muy complicado. Pero leído en la adolescencia, probablemente más de un día me habría ido a la cama bastante intranquilo, por decirlo suavemente. No obstante, en la actualidad el libro llegó a provocarme algún escalofrío involuntario en dos o tres ocasiones, lo cual no es poco…

En su parte final, el libro cambia. No quiero dar pistas a quien no lo haya leído, pero la resolución de la historia, la trama final, se convierte de repente en un relato totalmente repleto de la fantasía más “loca” y surrealista. Para mí, esto no llega a devaluar el resto del libro, pero sí es cierto que puede chocar un poco; lo que hasta entonces era una historia fantástica pero, a su modo, “creíble” o “asimilable” (vamos, que no te rechinaban las neuronas al leerlo, por mucho que supieras que era algo totalmente irreal), se convierte en esos pasajes finales en una novela de fantasía “hardcore”. No pasa nada, se lee y punto, pero puede chocar un poco al lector. La verdad, en la descripción de algunos pasajes, uno piensa si King no estaría hasta el culo de LSD al escribirlos…

Concluyendo, ¿qué me ha parecido el libro? Pues interesante. Me ha resultado algo largo (lo es), pero no pesado. No me ha enganchado como para estar deseando cogerlo en cualquier momento, pero una vez cogido, cuesta soltarlo. No tiene acción ni tensión trepidantes (excepto en fragmentos), pero está bien escrito, y la parte realista de la historia es por sí sola una novela entrañable. Me ha resultado original y agradable.

¿Lo recomendaría? Sí, pero sabiendo lo que esperar de él: si buscas un libro de terror sin más, probablemente te aburra, y te sobren dos tercios de sus páginas. Si eres de los que no aceptan ni un gramo de fantasía en las historias, también te resultará poco “tragable” la parte más fantástica del texto (insisto en esto: aunque sea fantasía “de terror”, este libro lo veo básicamente como eso, fantástico). Pero si eres un lector aficionado a las historias complejas que no le hace ascos a tramas más originales, seguramente te guste. La verdad es que me ha parecido un buen libro.

Nota personal: 7,5